A lo largo del tiempo, los pactos demoníacos han sido tema de muchas películas de terror, libros y leyendas, pero la realidad es que si alguien se atreviera a hacerlo, tendría que empeñar lo más valioso que tiene, su alma.
Según se dice un pacto de este tipo, consiste en un acuerdo o arreglo que se utiliza para negociar que “ambas partes” obtengan algún tipo de beneficio, sin embargo el demonio lo único que desea de los humanos es poderse apoderar de sus almas para llevarlas a arder a su reino: El Infierno.
Normalmente quienes se atreven a hacer semejantes negociaciones, piden beneficios como riquezas, juventud, amor u todo tipo de favores que consideran pueden obtener únicamente con la perversa ayuda del mismísimo diablo.
Una vez que incursionaron en un pacto de esta naturaleza, no hay ningún tipo de arrepentimiento que valga y mientras se disfrutan los favores concedidos en la vida, en la muerte habrá que pagar la factura, es decir ir a purgar condena en el infierno y no tener descanso.
La leyenda de Fausto, lo explica a la perfección. Según su arrogancia, el podría controlar al diablo, pero la naturaleza humana es vulnerable a ceder a tentaciones que este demoníaco ser con cuernos, aplica en cada oportunidad que tiene.
Pero antes que este hombre de nombre Fausto, ya existían referencias históricas de pactos demoníacos. En el siglo VI vemos a Teófilo el Penitente, que era un clérigo que incurrió en dicha práctica y cerró incluso el acuerdo con su propia sangre, renunció a sus creencias cristianas , todo para poder llegar a ser nombrado ¡obispo!, vaya historia tan contradictoria ¿no es verdad?.
Otro famoso caso fue el del padre Urbain Grandier a principios del siglo XVII, cuando la caza de brujas estaba al máximo en Francia. Existieron algunos hechos que escapaban a toda lógica como el hecho de que Johannes Gutenber, en el siglo XV escribió un libro tras otro, sin descansar y cada página con las mismas letras, sin ningún tipo de “ayuda”, mas la que el diablo le pudo dar a través de un pacto, al menos fue lo que se afirmó luego de que terminara de escribir sus obras en una sola noche.
¿Crees en la posibilidad de poder interactuar de esta forma con un ser tan oscuro como el propio demonio?, compártenos tus opiniones al respecto.
imagenes: Ivan, Shane Gorski
No hay comentarios:
Publicar un comentario