Testa, el genio de origen croata emigró a América, era hijo de padres serbios y tenía cuatro hermanos. Desde muy joven se inclinó por la ingeniería eléctrica, dejando incluso truncos sus estudios en la Universidad de Graz por seguir su verdadera vocación.
Sus capacidades intelectuales eran realmente inusuales, por ejemplo era poseedor de una memoria fotográfica, jamás necesitó papel y lápiz para recordar datos y cuestiones importantes, su pensamiento eran siempre visuales.
Pronto viajó a Francia para trabajar en la Continental Edison Company como ingeniero, pero su inquietud lo llevó a EE.UU con el fin de colaborar con el propio Thomas Edison ya que estaba seguro de nque podría mejorar su famosos generador.
Pronto surgieron diferencias entre ambas mentes brillantes. Telsa en poco tiempo creó lo que denominó “Rayos X”, luego contó con su propio laboratorio, en donde inició experimentos con resonancia magnética, y fue ahí donde levantó una torre de alta tensión de la que obtenía suministro de energía eléctrica de forma gratuita y sin cables.
Sus descubrimientos fueron más y cada uno más espectacular que el otro, pero tenía una particularidad, siempre se negó a compartir sus logros con la comunidad científica, la única intención que siempre tuvo fue dotar a las personas de energía eléctrica sin que tuvieran que pagar por ella ¡qué maravilla sería eso en estos tiempos!
Era un caballero, de exquisita nobleza, pero tras su muerte se le tachó como un loco excéntrico y sus valiosos descubrimientos junto a sus éxitos quedaron en el olvido total.
Te interesará saber que al igual que Julio Verne, anticipó cosas que más tarde sucedieron, por ejemplo hablaba de las “abejas reinas”, avizorando que pronto llegaría la era en que las mujeres incursionarían en ámbitos laborales, políticos y demás haciendo gala de sus habilidades intelectuales.
Y valla que este hombre fue culto, nada más ni nada menos hablaba ocho idiomas a la perfección. Como buen genio, tenía algunas excentricidades como pedir 18 servilletas para pulir sus vasos y cubiertos antes de comer, tenía una obsesión con el número 3 y solía darle tres vueltas a los umbrales de las puertas antes de entrar a algún lugar. Murió tres días antes de su cumpleaños 87, en la planta 33 del New Yorker.
Se dice que era un hombre atractivo para las mujeres pero que prefería el celibato, además de ser muy meticuloso en su ropa y aspecto físico.
Te sorprenderá saber que tenía una gran afición por las palomas, le gustaba contemplarlas en el parque y si alguna resultaba herida, no dudaba en rescatarla y pagar grandes sumas de dinero para que fueran curadas, incluso llegó a inventar dispositivos ortopédicos para tratar ruptura de huesos en estas aves.
En realidad, tenía un alma altruista y sólo deseaba darnos energía eléctrica de forma gratuita, lástima que no pudo ser. Pero definitivamente sus descubrimientos y esfuerzos son dignos de admiración ¿coincides con ello?
Imagenes: dailygrind, recuerdos de pandora, Thierry
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